Tomás Rodríguez Rodríguez
Licenciado en Geografía e Historia. ULL.

 

             “La poesía, en general, es un artificio; la poesía que se nutre de la historia es una emboscada de la que salen ilesos muy pocos creadores. Y si a este segundo peligro le añadimos la aventura del poeta que se atreve a jugar a los anacronismos, todo tiende a volverse más confuso” (García Ramos, Juan Manuel, 2002, pag.107)

Todas las sociedades necesitan referentes, necesitan héroes míticos, hitos fundacionales que le den un sentido de colectividad, de cohesión comunitaria. A pesar de los avances tecnológicos, de la globalización, tenemos necesidad de formar parte de algo más concreto, de conocer nuestras raíces. Los personajes históricos cubren en muchos casos esa función tan ancestral. En Tegueste un pueblo tradicionalmente agrícola de clases trabajadoras, cualquier atisbo de héroe que enaltezca su pasado contribuye a mejorar el presente. Está función se le puede atribuir a personajes como Pereira Pacheco, en el S.XIX a Amaro Pargo y su relación con Tegueste en el S.XVIII y sobre todo al Mencey de Tegueste a finales del S.XV y principios del S. XVI. Creo que su figura, su leyenda engrandecida por autores como Viana  y seguida casi a ciegas por Viera y Clavijo, hicieron de él un personaje, muy repetido. El desarrollo legendario de su vida, fue explicado en distintos foros. Cualquier teguestero conocía la historia de la boda con la hija del Mencey de Tacoronte, Tejina, repetida y releída, pasando a la memoria colectiva de la comarca Nordeste y de los canarios en general. Así nos encontramos en el municipio, referentes muy claros que nos hacen pensar en cómo un personaje del pasado ha calado en la colectividad. Podemos encontrar un terrero de luchas que tiene por nombre Mencey Tegueste y hasta un conocido bar en el casco del municipio también con ese nombre.

También el considerado como su hijo, Teguaco o Teguazo, se nos presenta en forma de agrupación folklórica o en forma de colectivo  carretero.

No se podía imaginar el poeta lagunero, cuanta trascendencia iba a tener su obra en la construcción de identidades. Y la cuestión que se plantea es, ¿qué dice la Historia al respecto? ¿Dónde está la realidad y la ficción de este régulo guanche? En estas líneas voy a intentar desentrañar un poco estas cuestiones, con una visión muy personal, pero basada en la documentación conservada. Lo centraré en tres aspectos principales:

1º.- El cuestionamiento del Menceyato.

2º.- La realidad del nombre del Mencey.

3º.- El hecho real del parentesco de las familias reales de Tacoronte y Tegueste.

En 1604 se edita en Sevilla la obra del joven poeta y médico lagunero Antonio de Viana “Antigüedades de la Islas Canarias”. Con el estilo de la época,  podríamos considerarla, la primera “novela histórica” de la literatura de Canarias. Aunque no tenga nada que ver con este género (es un poema épico), participa de los mejores ingredientes de una novela con base histórica. Viana debió conocer la obra de Espinosa, Abreu y Torriani, que se  habían publicado antes de sus “antigüedades”. A partir de estos referentes,  construye una historia real como la conquista de Tenerife, y  la adorna con nombres de personajes, escenas literarias, que con el paso del tiempo pasaron a ser parte del acervo cultural canario como verdades históricas (Alonso, M.A. 1998, García Ramos, J.M, 2002). Fue tal su éxito, que sirvió para que Lope de Vega escribiera una obra de teatro, basada en su poema, Viera y Clavijo lo siguiera sin cuestionamientos y fuera obra estrella en el conocido movimiento Regionalista lagunero, con autores como Diego Crosa, Reyes Barlet, Zerolo, Guillermo Perera, Gil Roldán, entre otros.  En lo referente a Tegueste, desarrolla varias historias que trataremos de cotejar hasta donde nos deje la documentación manejada.

1ª premisa: Tegueste no fue reino sino señorío.

2º premisa: el nombre del señorío y del personaje es Tegueste.

3ª premisa: Tegueste, hijo de Aguahuco  y hermano de Zebenzuí, se casa con la hija de Acaymo mencey de Tacoronte y recibe el valle de Tegueste como dote.

Estas tres premisas vianescas, nos permitirán mostrar realidades y ficciones que nos han acompañado en nuestra memoria colectiva.

 

1.-  ¿Tegueste reino o señorío?

 

El joven Antonio de Viana escribe en su canto décimo los siguientes versos, que reproduzco con el fin de que se conozca de primera mano. Como comenta María Rosa Alonso en su obra, todo el mundo ha oído hablar de la boda del Mencey Tegueste con la Princesa Tejina pero casi nadie se ha leído realmente el poema:

…Bencomo de sus cortes se partia
A la punta que llaman del Hidalgo,
Que son unos remotos y altos riscos
Confines con el reino de los Nagas,
Que  los primeros hijos de Tenerfe,
A Guahuco bastardo hermano suyo,
Dieron en partición y por su muerte
Los gozaban dos nobles sucesores,
El uno se llamó Tegueste,
Y casó con Tegina, bella Infanta,
Hija de Acaymo Rey de Tacoronte,
Y por dote le dio el hermoso valle
Que oy llaman de Tegueste a causa suya,
Y aunque algunos afirman que era Reyno,
Se engañan, y es herror, que solamente
Fue señorío, y nunca jamas tuvo
Ceptro de huesso antiguo, ni Tagoro,
Ni fue por Rey con calavera electo.
(Canto décimo, pág. 200. Viana. A. Sevilla 1604)

Leyendo este extracto del Canto décimo podría parecer que el actual valle de Tegueste formaba parte del Reino de Tacoronte, y que se entregó al noble de la Punta del Hidalgo tras la boda. Este hecho podría haber ocurrido en siglos anteriores, ya que no creemos que en los más de 1600 años documentados arqueológicamente de ocupación guanche del territorio, permaneciera con la división política que encontraron los españoles en la fase de conquista.

Los documentos analizados lo dejan muy claro, al menos en la fase epigonal de la sociedad guanche (que es la que describe Viana) existieron 9 reinos en Tenerife, a mediados del S.XV. Viajeros portugueses como Cadamosto (1458) que visitaron la Gomera y el Hierro, comentaban la existencia de nueve reinos en la isla de Tenerife. Viana también habla de dichos nueve reinos, pero comenta que Tegueste era un señorío dependiente de Taoro y crea el reino de Teno, separándolo del territorio de Daute. ¿Qué nos dice la documentación?

El primer texto castellano que nos habla y describe los reinos guanches en el S.XV, es el Acta del Bufadero de 1464 donde Diego de Herrera, señor de Canarias, firma un tratado con los reyes de la isla del Infierno (así llamaban a Tenerife, los viajeros portugueses), aún sin conquistar. En este texto ya nos aparece el rey de Tegueste. Con ello y con algunos documentos posteriores podemos demostrar que el Bando de Tegueste fue real, al menos en la segunda mitad del S.XV  hasta que en 1496 Alonso Fernández de Lugo culmina la conquista de la isla. Con ello comenzamos a separar el polvo de la paja vianesca.

-1464.- Acta del Bufadero.

“A todos quantos esta carta vieredes que Dios honrre guarde de mal, yo Ferrando de Parraga escriuano público de ventura en lugar de Alfonso de Cabrera escriuano público en las islas de Canaria por mi señor Diego de Perrera señor de las dichas islas con autoridad e decreto quel dicho señor me dio vos do fee e fago saber que en presencia de mí el dicho escrivano e de los testigos que de yuso serán escriptos en como en sabado veinte e un dias del mes de jullio año del nasçimento del nuestro señor Jesucristo de mill e quatroçientos e sesenta e quatro años estando e
n la isla de Thenerife una de las yslas de Canaria en un puerto que se llama El Bufadero estando ende el dicho señor Diego de Ferrera señor de las dichas islas con çiertos navios armados con mucha gente que trayan en los dichos navios vinieron ende paresçieron ante el dicho señor el grand rei de Imobach de Tauro el rey de las lançadas que se llama rey de Goymad el rey de Naga e el rey de Abona e el rey de Tacoronta e el rey de Benicod e el rey de Dexe e el rey de Tegueste e el rey de Daute e todos los sobredichos nueve reies juntamente fizieron reuerençia e besaron las manos al sobredicho señor Diego de Ferrera obedesçiendolo por señor presentes los trujamanes que ende estavan los quales eran rey Darmas que a nombre Lançarote e Matheos Alfonso e otros muchos que sabían la lengua de la dicha isla de Thenerife e luego Juan Negrin rei de Armas levantó el pendón y dixo a altas bozes tres bezes Tenerife por el rey don Enrrique de Castilla y de León y por el generosso cauallero Diego de Herrera mi señor. E luego los sobredichos reyes de la dicha ysla de Theneriffe dixeron al sobredicho señor Diego de Herrera”….
Rumeu de Armas, La conquista de Tenerife 1975, pag.74-75.

En ella se describen claramente los 9 reyes del momento: el principal de Taoro e Imobad (La cuña de Taoro en el Sur), Güimar o Goymad, Anaga, Abona, Tacoronte, Icod, Tegueste, Adeje y Daute. (Ver fig.4) Y ya destaca como principal al rey de Taoro e Imobad. En ningún caso aparecen nombres de Menceyes, solamente alguno de sus atributos como el “grande” para Taoro y “de las lanzadas” para el de Güimar.

-1497.- Data al Obispo de Muros en el valle de Las Mercedes.

Lunes xx de nobienbre (1497)
En este dicho día, dio el señor governador al señor obispo de Canaria, don Diego de Muros, como vesino vn pedaço de tierras que son en Tegueste, que son linderos de la vna parte, desde la huerta de Antón Sánchez, derecho hasta la tabayba baxa que está en el arroyo del agua, e derecho a salir al camino que sube hasta el çercado, con todo el lomo arriba hasta la montaña, e la peña redonda hasta por çima del lomo hasta donde naçe el agua arriba, e por allí abaxando con junto con el monte abaxando al arroyo de la dicha agua por el camino, que sube a las montañas de Tegueste e siendo ençima de la sierra, todo por ençima del lomo hasta bolber a dar a la piedra redonda que está ençima de la huerta de Antón Sánchez, e de la dicha sierra al dicho mojón que está alinde de la dicha huerta, […].[1]

Para el caso de esta data muy temprana destacar el hecho de que considera al valle de Las Mercedes territorio teguestero. (Baez, 2001, pág. 29) La data al Obispo de Muros le permitió disponer de casi todo el valle para propiedad de la iglesia, así las Mercedes era conocida como: “las huertas del Obispo” y la Cruz del Carmen como: “el Monte del Obispo” (Ledesma, J.M, 2014).  Es un caso que puede confirmar lo que el propio Viana expone en su poema unos versos más adelante. Cuando tras el arrepentimiento de Zebenzuí, le hizo Mayoral de sus ganados que  se encontraban en la Vega lagunera.

Y fue siguiendo el rastro de Bencomo,
Hasta llegar al valle do asistia
Su valeroso hermano el gran Tegueste,
Y le pidió le diesse en que ocuparse,
Y a Bencomo su amigo le pidiesse,
Quisiese perdonar sus desvaríos.
No poco se alegró Tegueste dello,
Tanto que le admitió en su compañía,
Y mayoral le hizo de su hazienda,
,De tierras, aguas, frutos, y ganados,
Que eran tantas crias que tenía
En el distrito de la vega hermosa,
Do tiene eterno asiento la Laguna,
Que tenia ocupados cien pastores
En guarda suya, y aí también entre ellos
Los Principes Ruyman, y Guacimara,
Que una manada hermosa de ovejuelas
Guardaban juntos y se amavan tanto.
(Canto décimo, pág.208, Viana. A. Sevilla 1604).

 

En estas estrofas vemos como Viana se atreve a plantear una extensión más amplia del territorio teguestero indígena, incluyendo no solo los valles actuales de Tegueste-Tejina, Bajamar y Valle de Guerra, sino la Vega Lagunera como establece la data al Obispo de Muros.

 

En otra data concedida por el Adelantado al poblador Marcos Guerra nos describe su ubicación en el reino de Tegueste.

  • 1506. 20 de agosto.
Yo don Alonso Fernández… do a vos Marcos Guera vº desta isla de Teneryfe en vezyndad e Repartimiento veynte cafizes de tª de sequero para pan coger en el Reyno de Tegeste los quales veinte cafizes podréis tomar adonde a vos bien visto fuere después q. ayan tomado Gironymo Fernandez Anton garcia mancebo los quales mando sean para vos a para vuestros herederos e sucesores…… xx agosto M d vj digo q. se vos asyente ciento y cinquenta hanegas de sembraduras sin perjuicio.
El Adelantado.         (D. or. II, 17, 11.)

Las constantes quejas que recibía la Corona por las actuaciones de Alonso Fernández de Lugo, provocaron que los Reyes Católicos designaran a un representante que investigara las acciones del Gobernador y para ello envía al licenciado Ortiz de Zárate. Entre los declarantes  de la información complementaria se encontraba Francisco Albornoz, castellano, conquistador, alcalde mayor, personero y jurado que fue de la isla de Tenerife, morador-fundador de la villa del Realejo de Arriba y, luego, morador en la ciudad de San Cristóbal, en la Villa de Arriba. Entre sus declaraciones, la siguiente:

  • 1506 – Reformación de Ortiz de Zárate:
 […] que se le acuerda el tienpo (en) que se ganó esta Isla, que este testigo fue conquistador e la ayudó a ganar e después de ganada, quel governador Alonso de Lugo […] fizo llamar e traer ante sí e ante algunos clérigos que estavan en el reino de Taoro, en el Realexo, fasta cient ánimas de guanches desta isla, los quales heran del reino de Tegueste, los quales estavan subidos en un risco de una sierra diziendo que querían ser cristianos, e des­pués de baptizados los fizieron enbarcar forçosamente e los llevaron a vender, e algunos vendieron en la dicha isla […].

  Pasados más de diez años de la conquista, algunos protocolos notariales conservados siguen recogiendo el concepto de reino para describir territorios de la geografía teguestera.

  • 1509 – Protocolo notarial de Antón Sánchez.

Recoge el acuerdo redactado por el escribano Hernán Guerra, entre un morisco y un guanche del propio reino de Tegueste, Antón Sánchez (conocido en la documentación también como Antón de Tegueste o de los Frailes). Es significativo ya que es un propio guanche el que describe la pertenencia de esas tierras al reino de Tegueste en el cual había vivido antes de la conquista.

983. San Cristóbal, 13 marzo 1509.-fol. 471r. Andrés Suárez, natural de la Berbería, vende a Antón Sánchez, guanche, una sementera que tiene «en el reino de “Tegueste”, en total 3 fanegas de trigo y otras 3 de cebada que están en unas tierras cercadas de Guillama. Se la. vende por 26 fanegas de cebada y 23 de trigo. Antón Sánchez ha de pagar también los «terralgos» de las dichas tierras.-Ts. Luis .Sánchez y Manuel de Gibraleón.- Luis Sánchez. A continuación Antón Sánchez dice que se obliga a pagar a Andrés Suárez las expresadas fanegas de trigo y de cebada, que entregará en el mes de agosto del corriente año en….[2]”,

Por último comentaremos dos extractos de la obra del Padre Espinosa: Los Milagros de Nuestra señora de Candelaria (1586). En ella, hace alusión directa al reino de Tegueste. La primera recogida y comentada por Cioranescu en su Historia de Santa Cruz de Tenerife, donde explicita sobre la construcción de la segunda torre de la conquista en Gracia, reafirmando a su vez,  que la vega lagunera formaba parte del hinterland del menceyato. Algo que podemos leer también en el propio poema, aunque niegue su existencia como menceyato:

“Al tiempo que se construyó esta torre junto al puerto se levantó una segunda
fortaleza en el interior de la isla, como avanzada de penetración en futuras empresas
bélicas, quizá en Gracia, ya en el menceyato de Tegueste, donde más tarde se erigirá la
ermita de Nuestra Señora de Gracia”[3].

Y la segunda de esa misma obra el Padre Espinosa recoge la tradición oral de los guanches residentes en Candelaria y Güimar, con los que pudo hablar directamente, sobre la leyenda del gigante que luchó contra los hijos del Rey de Tegueste y que a principios del Siglo XX el historiador Bethencourt Afonso, en su “Historia del Pueblo Guanche”, llamó Emotio (1910):

“Hubo entre ellos, cuenta, Gigantes de increíble grandeza, que porque no parezca cosa fabulosa lo que se refiere de ellos no la digo.» — «De uno afirman todos en general y se tiene por cosa cierta y averiguada, que tenía catorce pies de largo, y tenía ochenta muelas y dientes en la boca. Y dicen que el cuerpo de éste está mirlado en una cueva grande, sepultura antigua de los Reyes de Güimar, cuyo sobrino era, que está en Guadamoxete. Este murió en una batalla que con los hijos del Rey de Tegueste tuvo, y dicen que yendo a la batalla, dijo como habia de ser muer-to en ella á manos de los sobredichos, mas que aquel que levantase su banot (que era la arma con que peleaba) ese vengarla su muerte, y así fué.” Espinosa, op. cit, lib. I, cap. VI, pág. 9.

 Creemos suficientes los ejemplos para demostrar y desmontar los versos de Viana y que por su popularidad contribuyeron a cuestionar la existencia del Reino, Menceyato o Bando de Tegueste.

2º.- ¿El nombre del Mencey Tegueste, tiene visos de ser realidad?

 Los distintos autores (Maria Rosa Alonso ,1998, Rumeu de Armas, 2003,…..) nos comentan que los nombres de los únicos régulos que permanecían en la memoria de los descendientes guanches y que se pueden demostrar históricamente son Bencomo y su hijo Bentor, así como algunos de los conocidos como “menceyes míticos”, muy anteriores a la conquista (ver figura 5)  el resto han salido por una imaginación desbordada de nuestro poeta, alimentada por algunos autores posteriores como Núñez de la Peña y Viera y Clavijo. Viana utiliza el recurso de la toponimia para crear Princesas, guerreros y reyes, para adornar su “novela histórica”. Así nos aparecen las princesas Guajara, Tejina, Dácil, Isora, Guacimara,  o guerreros como Heneto, Afur, Arafo, Taucho, Guayonja,  Tegueste. Para el caso de Tegueste un topónimo muy extendido en Canarias y norte de África, y que entre varios significados, podrían estar el de depresión o valle o La humedad.  (Rodríguez, Rodríguez, T. 2012, pág. 59-75).

 Menceyato Espinosa (1590) Torriani Abreu Núñez de la Peña(1676)
Taoro Betzenuhga Detzenuhia Imobac Imobac
Güimar Acaymo Acaymo Acaymo Acaymo
Adeje Atbitocazpe Atbitocazpe Atbitocarpe Atbitocazpe
Abona Atguaxoña Aguassona Atguaxona Atguaxoña
Anaga No se sabe No se sabe No se sabe Beneharo I
Tegueste No se sabe No se sabe No se sabe Tegueste I
Tacoronte No se sabe No se sabe No se sabe Rumen
Icod No se sabe No se sabe No se sabe Chincanairo
Daute No se sabe No se sabe No se sabe Cocanaimo

Fig 5.- Designaciones de nombres de Menceyes de mediados de S.XV, por distintos autores.

Vemos en el cuadro como los tres primeros autores, que escribieron sus relatos casi un siglo después de finalizada la conquista y que pudieron aún hablar con guanches bilingües; desconocían los nombres de cinco de los menceyes, entre ellos el de Tegueste. Núñez de la Peña en 1676, influenciado por Viana y otras fuentes crea una saga completa de menceyes.

La realidad documental, frente a los menceyes creados por Viana, nos sitúan como resumimos en la figura 6; en que los únicos nombres que podemos demostrar a finales del S.XV son los de Bencomo y Bentor. El resto de personajes reales guanches, ya han pasado por el tamiz de la cristianización castellana. Menceyes y sus descendientes, que son reconocidos porque nos aparecen descritos con el término de “don”.

Para el caso teguestero (algo que desarrollaremos en otro artículo), nos aparece la figura de Don Juan Guanche o de Tegueste, junto con su hermana Juana de Tegueste. Posiblemente en su bautizo tuvo que ver el nombre del primer infante castellano, Juan que murió prematuramente. Con la aparición de don Juan, tenemos otra prueba documental que desmonta la afirmación vianesca de la no existencia de Tegueste como reino.[4]

Nombre de Mencey (Viana) 1604 Reino Nombre castellano. Asentamiento Descendientes documentados.
Bencomo Taoro Bencomo(no se bautizó) Bentor
Añaterve Güimar Sin noticias Sin noticias
Adjona Abona Sin noticias Don Pedro de Abona, Isabel Fernández
Pelinor Adeje Don Diego de Adeje Masca Don Diego, Alonso, Fernando e Isabel Díaz, don Pedro de Adeje.
Acaimo Tacoronte Sin noticias Don Pedro de Tacoronte
Beneharo Anaga Don Fernando de Anaga Gran Canaria Don Enrique, Juan, Diego y  Fernando  de Anaga
Romén Daute Sin noticias sin datos
Pelicar Icod Don Enrique Canario Corte Castellana sin datos
Guantácara Teno Sin noticias Sin datos
Tegueste Señorío Sin noticias Don Juan de Tegueste , Juana de Tegueste

Fig.6.- Cuadro de nombres de los menceyes vianescos, nombres castellanos documentados y sus descendientes. (Tomás Rodríguez, 2016). Fuentes: Protocolos notariales. Fontes Rerum Canariarum.

Del último mencey teguestero no se conservan noticias orales, ni escritas. Se cree que fue llevado a Almazán, junto con otros menceyes para ser presentado a los Reyes Católicos y pudo correr la misma suerte que el antiguo mencey de Icod, que paso a servir a algunas familias nobles castellanas. (Rumeu, 1952, Gambín, M. 2003).

3º.- La tercera premisa de la boda con la princesa Tejina. ¿Hubo parentesco entre las familias reales de Tegueste y Tacoronte?

Ya hemos desarrollado y comprobado en los puntos anteriores como el joven poeta mezcla la ficción con la realidad. En palabras del arqueólogo y profesor de la ULL Juan Francisco Navarro Mederos: “Viana sabía más de lo que pudiera parecer”.  Su conocimiento de la obra de Espinosa, Torriani o Abreu, el conocimiento del medio y las tradiciones orales, mezcladas con su imaginación le llevaron a crear una obra trascendente. Años después de su publicación en Sevilla, en pleno siglo de Oro, Lope de Vega escribe una obra de teatro, basada en el poema de Viana, llamada: Los guanches de Tenerife y Conquista de Canaria. Escrita en Sevilla entre 1604 y 1608.

El poema épico se encuentra lleno de referencias a parejas de príncipes con princesas, adornadas con amores imposibles, de bodas pactadas. La referencia de la boda de “Tegueste y Tejina”, adornada como hemos comentado con los nombres de la toponimia mayor de la zona, establece, desde mi punto de vista, realidades documentales cercanas a este hecho.

Los indicios manuscritos nos llevan a establecer una aparente relación fluida entre indígenas de ambos bandos. Así lo indica Gabriel Betancor en su tesis doctoral aún inédita[5]. Nuestras consultas en protocolos y datas, de los primeros 25 años después de la conquista, nos llevan a confirmar una estrecha relación, en negocios, en datas de tierras e intuimos también cierto parentesco en los descendientes de las familias reales de ambos bandos. Y aquí entraremos en la parte real de la ficción vianesca.

Francisca de Tacoronte, don Pedro de Tacoronte, Francisco de Tacoronte y Fernando de Tacoronte, podemos decir el núcleo más documentado de este bando, aparecen muy vinculados a don Juan de Tegueste, Juana de Tegueste, Francisco López de Villera (Francisco de Tegueste), Antón de Tegueste o de los Frailes, María de Tegueste (núcleo de los teguesteros). Esta “élite aborigen” de ambos bandos además se relacionan con otros personajes claves en la nueva sociedad como son Gaspar Fernández, del bando de Taoro y Diego de Ibaute de Anaga y a los conquistadores Guillén Castellano y Gonzalo del Castillo.

Por cuestiones de espacio solamente vamos a documentar 2 testamentos muy significativos, el de Francisca de Tacoronte y el de Juan de Tegueste, además de la referencia de la sociedad que existe entre don Juan y don Pedro y que nos permiten intuir, esa parte real del poema vianesco.

1º.- Francisca de Tacoronte, guanche casada con el conquistador Gonzalo del Castillo (Posiblemente la Princesa Dácil del Poema), es prima de don Pedro de Tacoronte, descendiente del Mencey de Tacoronte. (Testamento de Francisca).

2º.- Don Juan de Tegueste, descendiente del Mencey de Tegueste, al servicio de Guillén Castellano y asociado a Don Pedro de Tacoronte (llevan un hato de 60 puercas de Gonzalo del Castillo). Posiblemente sea sobrino de don Pedro de Tacoronte.

Con estos dos argumentos, desarrollamos esta hipótesis que nos permite darle cierta veracidad a la afirmación de la boda entre el príncipe teguestero y la princesa tacorontera.

  • En 5 de enero de 1509, ante Sebastián Páez, toma en renta, junto con don Pedro de Tacoronte, 60 puercas de vientre de Gonzalo del Castillo, tiempo de 4 años. Se le identifica como don Juan de Tegueste, natural y vecino. Inter­viene Francisco de Tacoronte como lengua -intérprete o traductor-, lo que nos indica que los dos contratantes aún no sabían el castellano. AHPSC
  • Protocolos de Alonso Gutiérrez  109. 1520, abril, 18: 690 r.

Francisca del Castillo, vº, hace testamento. Fórmulas de fe. Manda que le entierren en el monasterio de San Francisco con su hábito; el día de su entierro los frailes le digan 1 misa cantada de réquiem, 2 misas rezadas, 1 vigilia, los 9 días y 1 treintenario abierto; a la Merced, a la Cruzada y a todas las ermitas de esta isla a cada una 5 mrs.; le digan los frailes de Santo Espíritu 1 misa rezada en el altar de Ntra. Sra. de Candelaria de su monasterio; le digan 2 misas a San Sebastián el clérigo más pobre que haya. Deudas que debe: a Inés, criada que fue de Ybone, 21 1/2 reales por trigo; a doña Mencía, hermana del rey de Abona, 2 doblas y 5 reales que le prestó; a un mercader del cual no sabe su nombre, pero lo sabe Martín de Mena o Pedro, su primo, 1 dobla de 1 jaqueta. Deudas que le deben: Juan de Cisneros, de renta de 500 ovejas, por una escritura de arrendamiento ante Juan Márquez, 30 doblas, a pagar por San Juan de junio primero; dice que debe a Francisco de Negrón 30 doblas de ropa a pagar por agosto, en la cual obligación se obligó con ella Juan de Cisneros, manda que las 30 doblas que éste le debe sean para Francisco Negrón; Francisco de Tegueste 4 doblas de renta de unas cabrillas, por 1 contrato de mayor cuantía ante Guerra…………….(). Manda que de sus 500 ovejas den a Francisco del Castillo y a Ana del Castillo, hermana de aquél, a cada uno 50, por ser hijos de su marido y por algunos cargos que les tiene. Pedro, su primo, tiene ciertas cabras suyas, como no recuerda cuántas son, dice que las que él dé de su voluntad que aquéllas reciban, no siéndole tomada cuenta alguna de ellas, y que tome para él 50 cabras, y más 1 caja que ella tiene con salla; tiene 2 faldillas nuevas de buen paño, unas azules y otras leonadas oscuras, 1 manto y 1 saíto de contray, nuevos, que las faldillas leonadas sean para Ana, mujer de Martín de Mena, porque le es en cargo. Establece por albaceas a su primo Pedro y a Ana, mujer de Martín de Mena. Nombra herederos a Juan e Inés, sus hijos legítimos. Que vendan su mantillo, y los mrs. Que se saquen de su venta los gasten en las misas que se pueden decir por las ánimas de ciertos difuntos, a quién ella es ~ cargo. Otorgado en las casas de su morada.-Ts. Francisco del Castillo, Andrés de Güímar, Diego Martín Espinal y Martín Sánchez de Arriete, vs.-A ruego: Francisco del Castillo.

En 23 de abril fue hecho inventario de los bienes que quedaron de Francisca del Castillo, por Pedro de Tacoronte y Ana Gutiérrez, sus albaceas: unas casas de su morada que son en la villa de Arriba, linde con casas de Hernando de Llerena y con Bastián de Llerena;………….(). Estos bienes quedaron en poder de Pedro de Tacorante y Ana Gutiérrez, mujer de Martín de Mena, albaceas de Francisca del Castillo.-Ts. Francisco del Castillo, Francisco de Albornoz y Luis Sardina, vs. y ests.-Sin firma.

  • Protocolos de Alonso Gutiérrez. 103.- 1521, septiembre, 29: fol . 474r

Juan de Tegueste, natural, vº, hace testamento. Fórmulas de fé. Manda que le entierren en la Iglesia de la Concepción, y le digan una misa de réquiem cantada, los 9 días y cabo de 9 días, 1 cabo de año con responso cantado, a la Merced, a la Cruzada y a las ermitas a cada una 2 mrs, para la obra de Ntra. Sra. De la Concepción 10 mrs. Debe a Francisco Gomero, criado que fue del Teniente viejo, 2 ½ reales, a Bastián Perdomo guanche, ½ real; a Juan Lozano 4 ½ reales. Le debe Pedro Martín de la Barquilla 3 ½ doblas de ciertos carnero. Deja el capote a su tío Pedro, la capa a la madre de su hijo y la camiseta a su hijo. Hace 3 ½ años que tomó a partido de su señor Guillén Castellano, según escritura ante Vallejo, 400 ovejas por 4 años, de las crías él se llevará una parte y Castellano las 2 restantes, con las 400 ovejas vivas el final del tiempo, de ellas se han muerto 40 y por mal recaudo se han perdido 130, 60 serían de las ovejas mayores que recibió a renta y 70 de las crías entre ambos, quedan entre chicas y grandes 560 ovejas, pero ha dado a su señor 150 reses. Nombra albaceas a su tío Pedro y a su hermana Juana, y herederos a Juan su hijo y de Catalina.- Ts. Guillén Castellano, Alonso Castellano, Juan López y Alonso González.- A ruego.- Alonso Perdomo.

4.- Conclusiones finales:

Dentro de las fuentes etnohistóricas manejadas por la historiografía canaria se encuentra una obra literaria que condicionó en parte las interpretaciones y la creación de las genealogías canarias. Su éxito radica en su formato y lo atractivo de contar con una batería de héroes míticos con nombres inventados que provocó la exaltación del mundo guanche, sobre todo entre los intelectuales del Regionalismo canario.

La creación del poeta lagunero, Antonio de Viana. Está  basada en las obras de Espinosa, Torriani y Abreu, además de su conocimiento del entorno de la isla y la tradición oral.

Como obra literaria esconde una parte de realidad y otra de ficción que las fuentes documentales nos ayudan a aclarar.

Tegueste fue reino al menos en los últimos 50 años anteriores a la conquista como hemos podido mostrar a través de distintos documentos. Además, su extensión trasciende de la actual comarca Nordeste e incluía la actual Vega Lagunera como se observa en la data concedida al Obispo de Muros en 1497, que corresponde al valle de Las Mercedes y a las referencias sobre la ubicación de la segunda torre de la Conquista del Padre Espinosa.

El nombre del mencey no se conoce, ni es recordado en ninguna fuente oral de los guanches con los que hablaron Espinosa, Torriani o Abreu. Es a partir de la invención de Viana cuando se le comienza a llamar Tegueste.

La relación familiar, de los menceyes  de los bandos de Tacoronte y Tegueste, tiene visos de tener cierto apoyo documental, por lo que la historia de una boda real, podría tener base verídica.

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[1] AMLL, Datas, T.III, de Datas por Testimonio, f.98v.
[2] Protocolos del escribano Hernán Guerra 1508-1510.(1953) Emma González Yanes y Manuela Marrero Rodríguez.  “Extractos de los protocolos del escribano Hernán Guerra, de San Cristóbal de La Laguna, 1508-1510”. Instituto de Estudios Canarios, 1958 (La Laguna).
3] Cioranescu, A. Historia de Santa Cruz de Tenerife. Vol. I, pág. 37.
conquista de Tenerife, pág. 227.
[4] Nunca apareció un apellido o nombre relacionado con el Topónimo Teno, que nos llevara a plantear dicha zona como una sede de menceyato.
[5] Gabriel Betancor Quintana: “Los Indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria. Integración y aculturación de canarios, gomeros y guanches. 1496-1525.”Departamento de Ciencias Históricas. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Mayo 2003. Tesis Inédita.

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