La Corporación teguestera entrega a Sotero Díaz, vecino de la Villa, la Medalla de Oro del municipio por “su participación en actividades culturales, deportivas, formativas y sociales; su aportación al entorno de la viticultura y del mundo del vino, su presencia continuada en grupos de auxilio ciudadano ha sido un ejemplo de colaboración social reconocido por muchos habitantes de esta Villa”.
Sotero Díaz, en la actualidad presidente de la Asociación Vitivinícola de Tegueste, trabajó durante 35 años en el mantenimiento de los colegios de la Villa, fue coordinador de lucha escolar y participó activamente en los cuerpos de seguridad del pueblo como Protección Civil y Cruz Roja.
Pocos son los habitantes de Tegueste que no conocen a este singular vecino de la Villa. Amable y solidario como pocos, su implicación con su pueblo ha sido una de sus señas de identidad durante toda su vida. Ha sido maestro de alguno de los mejores luchadores que ha dado el municipio, se entregó en cuerpo y alma al mantenimiento de los colegios teguesteros, participó activamente en cuerpos de seguridad como Protección Civil y ONG’s como Cruz Roja, y ha defendido, como pocos, el sector vitivinícola en un lugar de Tenerife donde el vino es casi una religión.
Es Sotero Díaz del Castillo, un teguestero que ha dedicado toda su vida a mejorar su pueblo. Una vida entregada a su lugar de nacimiento que, ahora, le ha reconocido todo ese sacrificio. El Ayuntamiento de Tegueste l
e entregó recientemente la Medalla de Oro de Tegueste al actual presidente de la Asociación Vitivinícola de Tegueste (AVITE), una distinción por sus más de 35 años trabajando para el Ayuntamiento, realizando una importante y continua labor de colaboración con la vecindad en los más variados aspectos, contribuyendo a la mejora del pueblo”.
Su participación en actividades culturales, deportivas, formativas y sociales; su aportación al entorno de la viticultura y del mundo del vino, su presencia continuada en grupos de auxilio ciudadano ha sido un ejemplo de colaboración social reconocido por muchos habitantes de esta Villa.
Durante el acto de entrega de la Medalla de Oro, Sotero Díaz aseguró emocionado que “uno de los momentos más gratificantes que puede tener un teguestero es recibir de su Ayuntamiento un reconocimiento que te valora a través de los vecinos y vecinas. En ese momento sientes que algunas de las cosas que has hecho han podido realmente ayudar a personas o, simplemente, han aportado un granito de arena que contribuya a mejorar las actividades del pueblo”.
“He tenido la suerte de sentirme a gusto tanto en mi labor profesional como en mi integración social. Creo, y lo digo con toda la humildad del mundo, que soy un hombre afortunado”, reveló Díaz durante la entrega de esta distinción.
Una vida entregada a su pueblo
Sotero Díaz del Castillo nació en Tegueste, concretamente en la zona de Mederos, en el seno de una familia muy conocida que integraban sus padres Antonio y Clara, y sus seis hermanos (dos mujeres y cuatro hombres). Los inicios de su vida profesional no fueron nada fáciles; desde pequeño, en los años 50 y 60 del pasado siglo, a
yudó en el trabajo de su casa, junto con sus hermanos y hermanas, sembrando la tierra y cuidando animales como era habitual en aquellos tiempos de necesidad, sobre todo en pueblos pequeños de carácter rural, como era el caso de Tegueste.
Con 17 años se fue a trabajar durante un tiempo a la empresa Café El Caracol y a finales de 1969 emigró a Alemania, como hicieron otros teguesteros, intentando encontrar un futuro mejor. Pero siempre mantenía el deseo de regresar a su tierra y así acabó haciéndolo a principios de 1973. Una vez en Tenerife comenzó a trabajar en la obra sindical que se encontraba en el conocido edificio de la Calle Méndez Núñez de la capital tinerfeña.
Posteriormente, a finales del año 1975 dejó este empleo y comenzó en el Ayuntamiento de Tegueste donde se incorporó, poco tiempo después, al Colegio Teófilo Pérez. Desde esa época hasta 2011, en que se jubiló como Coordinador de Mantenimiento y Servicios de la Corporación municipal, desarrolló una larga carrera profesional en la que siempre se significó por su entrega y espíritu de colaboración, más allá de sus obligaciones.
Sotero Díaz destacó por su buen hacer en el mundo de la lucha canaria, tanto como luchador, del que dicen los que le vieron que era un buen estilista, como en labores de directivo. Sin embargo en lo que más brilló fue en su fructífera labor como preparador y formador de los niños que se iniciaban en la lucha canaria.
Como miembro de una familia que aportó grandes deportistas al vernáculo deporte fue inevitable que a los 15 años fichara por el equipo juvenil de lucha del histórico “Pérez Abreu” de Tegueste. Al concluir la edad juvenil pasó a luchar en la formación de El Socorro y finalmente, tras unirse todos los equipos del pueblo, se incorporó al Tegueste, donde terminó esta etapa al tener que ir a cumplir con el servicio militar.
Tras su mencionado regreso de Alemania y fiel a lo que sería su trayectoria de colaboración desinteresada en diversos temas del pueblo, formó parte de varias directivas del Club de Lucha Tegueste. Ya en el Colegio Teófilo Pérez, en el año 1976, comenzó a impartir clases de lucha canaria a escolares del propio centro, lo que facilitó la aparición de muchos niños ilusionados en el aprendizaje de las técnicas del deporte tradicional por excelencia en Tegueste.
Esta labor no la desempeñó sólo desde su experiencia deportiva, también se preparó técnicamente, para lo que obtuvo el título de monitor y educador deportivo lo que contribuyó a mejorar los resultados con importantes éxitos y, sobre todo, con la aportación continuada de jóvenes bregadores a una de las canteras más importantes de la lucha canaria en esta Comunidad Autónoma.
Posteriormente, asumió las funciones de coordinador de lucha escolar, etapa en la que se creó la Escuela Municipal de Lucha Escolar que fue, como hemos dicho, germen de grandes luchadores que fueron surgiendo con el transcurso de los años y así lo acreditaron los muchos campeonatos logrados.
Su importante labor no pasó inadvertida y fue designado Coordinador de las Escuelas del Cabildo de Tenerife y también fue nombrado seleccionador para la isla de Tenerife de la categoría infantil.
Su voluntad de colaboración vecinal abarcó distintos campos y contribuyó, junto a otros vecinos y vecinas, a que Tegueste enriqueciera su prestigio con la dinamización de muchos eventos; ya en los años 60 del pasado siglo formó parte de agrupaciones juveniles que organizaron atractivas actividades culturales para el municipio.
En esa época colaboró y participó con los fundadores de la “fiesta de la vendimia”, una singular muestra de la cultura campesina del municipio que sigue viva y con notable esplendor y en la que, además, sigue interviniendo activamente. También formó parte de varias comisiones de fiestas tanto de la Virgen de los Remedios como de San Marcos Evangelista, copatronos de la Villa.
Participó en la fundación de la Carreta El Lomo y en la Carreta Añaten, y, de igual modo, lo hizo en la carreta del Colegio Teófilo Pérez, estando presente activamente en la organización de eventos tan representativos de Tegueste como La Romería, desde sus inicios, en la Fiesta de Los Remedios y en La Librea, lo que continúa haciendo en la actualidad.
Otra de las aportaciones que ha hecho Sotero Díaz en su afán de colaboración ciudadana comenzó con su incorporación en el año 1976 como miembro activo de Cruz Roja en la que permaneció hasta que ésta se trasladó fuera de Tegueste. Por otra parte, desde que se creó el Grupo de Pronto Auxilio se integró con el cargo de coordinador; y cuando nació el grupo de Protección Civil participó, igualmente, como coordinador hasta su jubilación, siempre de forma desinteresada y pagando su cuota, cuando correspondía, como cualquier otro socio.
La existencia de estos grupos ha sido una gran ayuda para la tranquilidad vecinal y su intervención en momentos puntuales ha sido muy importante para el municipio. En esas funciones fueron muchos los días en que, como coordinador o integrante, trabajó tanto en servicios diurnos, como nocturnos, festivos o fines de semana.
Sotero Díaz se crió en una casa en la que siempre la viña, la bodega y el vino ocuparon un lugar importante, por lo que desde muy niño aprendió los cuidados de este cultivo y de la elaboración de los caldos tradicionales.
En los años 70, cuando aún permanecían muy arraigados los sistemas de cultivo de la viña y elaboración de vino que desde siempre formaron parte de los hábitos campesinos del pueblo, Sotero, junto a un grupo de vecinos, entendió que era necesaria una adaptación a las mejoras existentes. Se trataba de evolucionar el mundo de la vitivinicultura del municipio lo que también suponía mejorar el entorno empresarial y económico del mismo.
Se propuso, inicialmente, impulsar un cambio en el sistema de cultivo usual incorporando la viña en espaldera, a lo que bastantes agricultores se oponían. Sin embargo, él apostó por la modernización y participó en diferentes cursos de conducción de poda en verde y poda en diversos estilos de conducción de la viña en espaldera.
En el año 1978 participó en muchas sesiones de trabajo en la Alhóndiga de Tacoronte y con el
desarrollo de estas reuniones se fue fraguando la creación, unos años más tarde, del Consejo Regulador y posteriormente la Bodega comarcal. De ahí nació la cooperativa de cosecheros de Tegueste de la que formó parte como directivo hasta su desaparición.
Igualmente, participó en diversas promociones organizadas por el Ayuntamiento, en cursos de elaboración de vinos jóvenes y mantenimientos, en cursos de higiene en bodegas y sus vinos, en cursos de cata de vinos básicos y superiores y de este conjunto de acciones nació Avite, la Asociación Vitivinícola de Tegueste de la que es Presidente desde su creación en el año 2005.
Durante más de 50 años Sotero Díaz del Castillo trabajó en defensa de los intereses de su pueblo y colaboró con distintas entidades del municipio: culturales, deportivas, sociales, de auxilio público, del entorno agrícola, del mundo del vino…
Ha sido mucho el tiempo que ha dedicado al beneficio e interés de la comunidad vecinal prestando su colaboración desinteresada para que Tegueste creciera y mejorara en la Comarca y en la isla de Tenerife.