El puntal C del Tegueste parece haberse reencontrado, tal y como demostró, en el triunfo ante el Victoria por 12-11, que permite a los blanquiazules continuar como líderes una semana más
Año y medio “moribundo” llevaba el puntal C Óliver Gil. Tras una mediocre pasada campaña en el Campitos, el de Tacoronte…parece haber vuelto por sus fueros y fue el artífice del triunfo ante el Victoria el pasado jueves, por 12-11, en una luchada espectacular con la que se subió el telón de la tercera jornada de la Liga Regional de Primera Categoría. Con este resultado, los teguesteros continuarán, una semana más, en lo más alto de la tabla clasificatoria, mientras que los victorieros sufrieron su primera derrota de la campaña.
El mandador local, Nacho Ramos, puede hacer una doble lectura de la luchada. Por un lado, las cosas no fueron todo lo bien que le hubiera gustado, puesto que llegar con un 8-11 en contra, sólo viene significar que la media no funcionó tal y como se esperaba; pero, por otro, sabe que puede jugar con el factor “revelación”. En una plantilla compensada, con bastante calidad individual, siempre puede salir uno a “salvar las castañas”.
Esta vez fue Óliver Gil, que parece haber recuperado la confianza y la fortaleza anímica necesaria, para sacar el mayor potencial a sus cualidades. Físicamente siempre ha estado bien, pero la vertiente psicológica le ha fallado en las dos últimas campañas. Sin embargo, ante los victorieros, resucitó, lo que es una buena noticia para los aficionados (y para el club teguestero). El cambio se le nota hasta en el caminar hacia el centro del terrero: Calmado, sí; perdido, no.
Llegó al rescate cuando peor pintaban las cosas (8-11), puesto que se quedó solo después de que su compañero, Pedro Hernández, cayera en la segunda con el puntal A visitante, Álvaro Déniz (que sufrió un gran desgaste con el palmero). Gil quitó al destacado B, Ismael Déniz (que sigue exhibiendo un buen estado de forma); le dio las dos a Álvaro Déniz (con autoridad); quitó al D Francisco Pimienta y remató ante Luis Morales “El Zurdo”, en tres agarradas plenas de intensidad. Chapó.
Entre tanto, el Victoria hizo bien los deberes. De hecho, tuvo un invitado “imprevisto” en Luis Morales “El Zurdo”, que logró derribar a tres rivales de entidad (Kilian Domínguez, Mahamadou Cámara y Rubén Galván), secundando la buena labor de Ismael Déniz (tiró a los destacados C Eusebio y Juan Jesús Jorge, así como a Cristian Galván). El más joven de los hermanos es la pieza sobre la que gira todo el engranaje. Álvaro Déniz se atascó con Pedro Hernández (aunque por potencia le dio la segunda), lo que le pasó factura ante Gil. No obstante, el grancanario fue (con sus argumentos) a por el teguestero en la segunda (ya con la primera en contra) y cayó intentándolo, así que no hay nada que reprochar. Los victorieros tienen mucho margen de crecimiento y están llamados a ser el conjunto a batir.
Durante las primeras sillas llevó la voz cantante el Tegueste. El juvenil Rubén Galván le dio las dos al también juvenil Ricardo Alonso (atravesada y toque para atrás) (1-0); al igual que Sandro Ramos pudo con el visitante Ángel Navarro, por toque para atrás, en la primera; y media cadera, en la segunda (2-0). Luis Morales “El Zurdo” evitó el pleno local al darle las dos seguidas a Kilian Domínguez (corva rematada con jalón y media cadera) (2-1).
Continuó Galván haciando su labor (está en clara progresión) al derribar al siempre incómodo Juan Pedro León (cadera y toque por dentro) (3-1); mientras que saltó la sorpresa cuando “El Zurdo” también le daba las dos al destacado D Mahamadou Cámara (toque por dentro a lo zurdo y cadera contreando burra) (3-2). Sandro Ramos y el destacado C del Victoria Jairo de la Paz se separaron en la tercera, después de que el verdiblando le diera la primera a su rival por cadera, cayendo en la segunda por la misma (4-3). Importante punto el logrado por Ramos, puesto que De la Paz es uno de los comodines de Félix Brito.
Se igualó la contienda en la tercera ronda. El capitán teguestero, Rucadén González, no pudo hacer nada ante el destacado D Luis Rosa, que con un toque para atrás, en la primera, y echándosele encima en la segunda, sacó el punto adelante (4-4). Otro de los hombres más en forma del cuadro blanquiazul, Abián González, fue capaz de pasar del destacado D Shane Hernández. En la primera, con un bonito puente, como contra de media cadera, y metiéndolo debajo cuando iban adelante, en la segunda (5-4). Brito no dudó en echar al destacado B, Ismael Déniz, en silla para emparejar y tomar ventaja. Tuvo que trabajar el grancanario para dar en tierra con el C Juan Jesús Jorge (atravesada y cadera) (5-5).
El despegue de los visitantes comenzó a partir del ecuador del choque, pese a que el destacado B teguestero, Adrián López, pudo con Luis Rosa (tronchada en la primera y separada en la segunda) (6-5). El destacado C verdiblanco Tomás Padrón (que exhibe una planta como cuando era destacado A), le dio las dos seguidas a Abián González (tronchada en la primera) (6-6). Ismael Déniz culminó su cupo de dos hombres, quitando a Cristian Galván, por sendos toques para atrás (6-7).
Se mantuvo la distancia en el marcador, en la siguiente silla. Adrián López y Lino Quintero (destacado C) se eliminaron por cuatro amonestaciones en dos agarradas embarulladas, por los problemas para adoptar la posición de brega y agarrar (7-8). El puntal C del Tegueste Pedro Hernández (que no había podido entrenar en toda la semana por atravesar un proceso viral) trabó dos garabatos para dejar fuera de brega a Tomás Padrón (8-8). No se retiró Ismael Déniz y todavía pudo darle la primera al C, Eusebio Jorge (garabato), separándose en la segunda (8-9).
Llegó en disposición de manejar las sillas el Victoria en la recta final. Rubén Galván fue la tercera “víctima” de “El Zurdo”, que seguía a lo suyo. Toque por dentro a lo zurdo y tronchada fueron las mañas elegidas para dar en tierra con el teguestero (8-10). Se vislumbró uno de los emparejamientos claves. Pedro Hernández aguantó bien las embestidas de Álvaro Déniz en la primera, logrando separarse. En la segunda, con una amonestación más (la mano por fuera), Déniz tuvo que arriesgar y a falta de pocos segundos, defendió bien un garabato de Hernández, para echarle el cuerpo encima y “tocarlo para atrás” (8-11).
Justo en ese momento, se vio solo Óliver Gil, que venía de separarse en la primera frente a Ismael Déniz. En la segunda, no le quedó otra que ir a por su rival y lo tronchó para poner el 9-11. Parecía “casi hecho” para los verdiblancos, pero Gil no había dicho la última palabra. Se “comió” a Álvaro Déniz en la primera, colándose “hasta la cocina” para dar un toque para atrás a un grancanario que acabó “mermado” tras pasar a Hernández. En la segunda, Déniz fue un poco “a lo loco” a empatar, hizo proyección de toque para atrás, pero se quedó en el camino, porque se encontró con una atravesada, por la que acabó en tierra (10-11).