El cuadro blanquiazul ganó a los valleros (12-11) por tercera vez esta temporada y continúa sin conocer la derrota en lo que se lleva disputado de competición copera
Si el pasado año, los triunfos en los Clásicos se los llevó el Rosario (empataron en tres ocasiones), en la presente el dominio del Tegueste, en los duelos directos, está siendo aplastante. Ya en la fase regular de la Liga Insular, los blanquiazules ganaron tanto en la primera como en la segunda vuelta, y el pasado viernes, le endosaron la tercera consecutiva (12-11), en el Mencey Tegueste. Un triunfo, que también les vale a los teguesteros para colocarse como líderes en solitario (tras la derrota del Guamasa en Santa Úrsula), al haber ganado en los tres choques que se han disputado hasta la fecha.
Si bien fue una buena luchada (en líneas generales), la sensación en el ambiente fue de frialdad. El terrero registró una entrada notable (no sobresaliente como en las dos anteriores), pero no hubo nada de tensión. El arranque de la Copa Ciudad de La Laguna se está caracterizando por estar algo descafeinado. Los propios luchadores reconocen que la disputa de la fase regular se la toman con bastante paciencia (conscientes de que cuando tienen que dar el “do” de pecho es en las eliminatorias). Muestra de ello, es la “aparente” tranquilidad con la que el Rosario asumió la derrota. Malestar sí, pero el justo.
Como dato reseñable, hay que mencionar que hizo acto de presencia Antonio Ramos Gordillo, presidente de la Comisión Antidopaje del Gobierno de Canarias, que vino expresamente a tomar muestras para el análisis. Más de uno tembló, tanto dentro como fuera del terrero. El grancanario eligió, por el bando teguestero, a Efraín Perera y Pedro Hernández; mientras que, por los valleros, fueron Alejandro Afonso y Abián Guillén. Los resultados, en el próximo capítulo.
El mandador del Tegueste, Nacho Ramos, puede estar contento con los resultados del equipo. Los blanquiazules avanzan “viento en popa, a toda vela” (al igual que sucediera en la fase regular de la Liga Insular) y siguen ganando en confianza, sobre todo, los tres de arriba que continúan siendo decisivos. La baja por lesión del destacado C Alfonso García y la decisión de no reforzar la plantilla tras la salida de Adasat Rodríguez, ha mermado la media considerablemente. De hecho, el esquema suele ser el mismo, los teguesteros llegan bien a la mitad de la lucha, pero a partir de ahí, les toca nadar contra corriente y sacar a sus tres puntales a emparejar, a riesgo de que el rival se los case. Un riesgo que, a veces sale bien, y otras no tanto. En cualquier caso, el estado de forma del puntal A, Añaterve Abreu, llama a ser optimistas. El luchador orotavense no sólo está bien físicamente, sino que se atreve y va a luchar contra los puntales. Cuando se lo cree, es “intocable”. Asimismo, el puntal C, Efraín Perera, mantiene su regularidad y siempre suma, mientras que el destacado A, Pedro Hernández, no forzó la máquina ante el Rosario y, simplemente, cumplió con la premisa. Como se suele decir, aguas calmadas en el Mencey Tegueste.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, en el Rosario no saltaron las alarmas por perder por segunda vez en Copa. Parece que el hecho de haber quedado campeones en la Liga, haya relajado sobremanera a los valleros. No se que no “duelan” las derrotas, pero no se ven las caras de drama de principios de temporada. El grupo ha ganado en madurez, asume mejor las situaciones (la lesión de Eusebio Ledesma ha tenido mucho que ver con todo esto) y gestiona las adversidades. Contra el Tegueste, el mandador Chevo Ledesma, no pudo contar con el puntal C, Agustín González “Pollo de la Candelaria”, que continúa lesionado, y le pasó factura. El puntal A, Marcos Ledesma, que también está ofreciendo su mejor versión en los últimos encuentros (ante Añaterve Abreu buscó su oportunidad, pese a que no la encontró) y el destacado A, Alejandro Afonso, defendieron el “fuerte vallero”, pero pese al esfuerzo del grupo, no pudieron rematar. No se puede hablar de preocupación, pero si hay algún equipo que parece tener claro que lo tendrá que dar todo en las eliminatorias, ése es el Rosario.
En cuanto al desarrollo de la luchada, como cabía esperar, estuvo muy igualada en las primeras sillas. Abrió el marcador, el juvenil local Sandro Ramos (que cuajó una muy buena actuación), al darle las dos a Jacobo González, por sendos traspiés (1-0). Empató el juvenil vallero Sergio Rodríguez (que progresa adecuadamente), tras tirar en la segunda por toque por dentro, a Cristian Galván, con la primera separada (1-1). José Manuel Rodríguez venció en la tercera, por cogida de muslo (al igual que en la primera), a Carlos Rodríguez (que había metido debajo su rival en la segunda), poniendo el 2-1.
Continuó en brega Sandro Ramos, después de irse lucha a lucha con Carlos Peraza. El blanquiazul le dio la primera por traspiés, mientras que el vallero igualó con toque para atrás. En la tercera, Ramos solventó con sacón (3-2). De igual forma, el rojillo Sergio Rodríguez se impuso a Abián González, después de darle la primera, por cadera, y la tercera, por toque por dentro, cayendo en la segunda por toque para atrás (3-3). Justo antes, Antonio de Ganzo no tuvo demasiados problemas para derribar a José Manuel Rodríguez, por cadera y toque para atrás (2-2).
Tomó ventaja en la siguiente silla el Rosario, pese a que el blanquiazul Kilian Domínguez (que parece estar en un momento dulce) tirara en la primera al propio De Ganzo (por cogida de muslo), separándose en la segunda (4-3). El destacado C visitante Sixto Rodríguez fue el encargado de dejar fuera de brega a Argeo García (uno de los baluartes de las primeras sillas teguesteras). El teguestero se adelantó en la primera, por cogida de muslo rematada con toque para atrás; pero Rodríguez se rehizo y, de toque por dentro, en la segunda, y de tronchada con las dos bocamangas bien cogidas, en la segunda, se anotó el punto (4-4). Cerró la serie, el destacado C rojillo Sergio Hernández, al que también le tocó remontar ante Sandro Ramos, que le dio la primera por traspiés. Hernández tiró de experiencia y se hizo con las dos siguientes, por sacón y toque para atrás (4-5).
Mantuvo la renta el equipo de Valle de Guerra y eso que perdió a un hombre importante, como el destacado B Abián Guillén, que cayó las dos seguidas ante un buen Kilian Domínguez. En la primera, el teguestero lo tiró con un canguillo de izquierda, mientras que en la segunda, lo metió debajo justo cuando el grancanario se la jugaba a la desesperada de atravesada (5-5). El destacado B local Eusebio Jorge y Sixto Rodríguez fueron eliminados, al acumular cuatro amonestaciones, en uno de los duelos que no respondió a las expectativas (dado el perfil de ambos luchadores) (6-6). Por su parte, Sergio Hernández tuvo menos problemas de los previstos para derribar al C teguestero Rucadén González (vacío más toque por dentro y tronchada) (6-7).
Puso en silla Nacho Ramos a su puntal A, Añaterve Abreu, como medida preventiva ante la posibilidad de que se le fuera mucho la luchada. Kilian Domínguez no pudo pasar del destacado C Fran del Toro, que le derribó en las dos por sendas tronchadas (6-8). A continuación, el destacado B del Tegueste, Adrián López, resolvió por la vía rápida con el juvenil Sergio Rodríguez (tronchada y toque para atrás) (7-8); mientras que Abreu dio en tierra con Sergio Hernández (levantada más cadera y troncahda), para igualar la contienda (8-8).
El puntal C blanquiazul, Efraín Perera, rompió el sudor con Fran del Toro, al que tiró en la primera por sacón, y en la segunda, por tronchada (9-8). Adrián López hizo firme oposición al destacado A del Rosario, Alejandro Afonso, que tuvo que esforzarse para derribar a su rival en la segunda (atravesada), con la primera separada (9-9).
Contrariamente a lo que se pueda pensar, el duelo entre los puntales A, Añaterve Abreu y Marcos Ledesma, fue entretenido. En la primera agarrada, el vallero lo intentó de garabato, pero el local, como contra, lo levantó aunque no completó la cadera. Optó por tronchada y sacón Ledesma, para sacar de posición a un Abreu, que aguantó bien, por lo que acabaron separándose. En la segunda, la tónica fue similar, con un puntal rojillo que no sabía cómo entrarle al del Tegueste. Fue a jalar por sacón Marcos Ledesma, pero su rival estuvo atento, y le fue de levantada con media cadera, pero no la remató.
El cronómetro se había parado, por lo que quedó en manos del colegiado Pablo González (que estuvo bien ya que no tuvo complicaciones) revisarlo manualmante, y Marcos Ledesma acabó desconcertado. Lanzó un garabato que no trabó y se reservó para hacer un último esfuerzo antes de acabar, pero González pitó (quizás un poco antes de lo que se esperaba) y se separaron. Un punto para cada equipo, y buen sabor de boca el que dejaron ambos luchadores (10-10).
Se antojaba como crucial el duelo entre Efraín Perera y el destacado B, Joshua Marrero “El Peto”, y así lo fue. El del Rosario dio primero, al derribar al conejero por traspiés de izquierda. Se tuvo que esforzar (y bastante), el puntal C local para empatar en la segunda, por sacón. Finalmente, se impuso la lógica y Perera consiguió derribar en la tercera a “El Peto”, por toque para atrás. Un punto que a la postre fue el decisivo (11-10).