RutaTeatralizadaACinco actores darán vida a más de diez personajes en un una ruta teatralizada por el Conjunto Histórico de la Villa denominada “Tegueste y su gente: encuentro con el pasado”, y con la que los participantes podrán conocer Tegueste en tres etapas diferentes del pueblo: 1820, 1850 y 1910. Para ello, contarán con la guía de tres personajes principales y varios más completarán una representación del vecindario de las distintas épocas.

Estarán bajo la dirección de Telesforo Rodríguez (Zalatta Teatro), con textos de José Luis García basados en documentación del Archivo Municipal y distintas publicaciones. Un rato para disfrutar de la historia, tradiciones, leyendas y costumbrismo teguestero.

 La ruta comienza en la portada de la Finca de Los Zamorano con Juan “el medianero” personaje campesino situado en 1820 y que nos acerca, con su humor y socarronería, a como era la vida en aquél Tegueste.

 Luego, guiados por Feliciana “la lechera”, personaje de 1910, seguirá  un recorrido por el pueblo, partiendo de la calle el Tejar seguirá por La Placeta, el Barranco Los RutaTeatralizadaBPilones, y terminará en La Arañita. Con este personaje los participantes en la ruta se acercarán a la triste realidad de los inicios del siglo XX, el duro trabajo que había que hacer para poder comer, la importancia de los barrancos y sus charcos de agua, la casi inexistente educación, las leyendas, los simpáticos “chismorreos” de un pequeño pueblo…

 En el Puente de Palo, se encontrarán con el alcalde Pedro Febles, situado en 1855, que comentará el Tegueste que, con sus más de cincuenta años, ha conocido. Hablará del Ayuntamiento, surgido de la Constitución de 1812, de la falta de medios para ejecutar obras y la carencia de fondos para pagar un Fiel de Fechos  (Secretario), a pesar de lo cual, los vecinos se esforzaron, siendo muy pobres, para que no desapareciera como les pasó a otros muchos de esta isla.

 También nos acercará a los litigios con la Diputación Provincial y con el municipio cercano de La Laguna; a los juicios verbales por problemas entre vecinos, a las picardías de algunos personajes del municipio como Josefa, denunciada por poner nombretes a algunos vecinos, (la quícara, el cebolla, el conejo…), a “Regorito, el pícaro bromista al que todos le tenían ganas, pero no podían evitar reírse con sus trastadas si eran “pa los demás».